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Todos con Joaquín Martínez
Anteanoche, en la arrocería Las Tinajas, un grupo de amigos se reunió a manteles con Joaquín Martínez y Sara, los padres de Joaquín José Martínez, el español condenado a muerte en una cárcel del estado de Florida (EE UU), y al que una probable apelación, a celebrar el próximo 2 de noviembre ante la Corte, puede hacer que haya un nuevo juicio en el que se revise el caso, lo que le supondrá hasta que haya una nueva sentencia, que todos esperamos que sea absolutoria y salir del corredor de la muerte. El abogado que lleva los asuntos de Joaquín, a quien el diputado Manuel Jaén Palacios le dijo que le invitaba a pasar unos días en Mallorca, a jugar a golf, si había nuevo juicio, le dijo, a través de los padres del preso: «Vaya usted preparando el billete y el campo, que en noviembre estoy ahí».

Fueron alrededor de noventa las personas que atendiendo la convocatoria de Jaén Palacios y se reunieron en torno a Joaquín y Sara, entre otras el diputado González Ortea, el conseller Cecili Buele, el senador por Baleares José Manuel Ruiz, la concejal de Actividades Ciudadanas, María José Frau; los pintores Onofre Prohens "que donó unas litografías para que se sortearan", Basilio Escudero y Juan García, con su esposa, Margarita; la baronesa de Reinés, Casandra, Camelia Femenías, Rosa y Miguel Estarás, Rosita Vidal, Juan y Carmen Ceva, Encarnación Vela Casado, abogada de Dones d'Empenta; alumnos de la UIB, Nuevas Generaciones del PP, María Fullana y Joana Walker, del Club Elsa, quien en un aparte me recordó que los días 31 de octubre y 1 y 2 de noviembre, en el Pueblo Español, organizan el rastrillo benéfico. Tras la cena, los padres de Joaquín saludaron a los asistentes, a quienes agradecieron su presencia, «pues verles aquí, para nosotros, supone mucho». Joana Walker les entregó cien mil pesetas en nombre del Club Elsa, vimos también dar un sobre con un donativo a Carmen Ceva y Juan García. Por su parte, Gabriel Roca y señora y la viuda de Cilimingras me habían hecho llegar sendos sobres con dinero que entregué a Sara en su nombre. También recibieron donativos de parte de otras personas que no alcancé a ver y de otras que prefirieron quedar en el anonimato.