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Aprender viajando María Crespo regresa hoy de Munich, donde ha estado observando los hábitos de los alemanes cuando salen de noche, y la noche en general en cuanto a ruidos y horarios de establecimiento de ocio se refiere. María regresa con el bloc repleto de datos, entre otros, por ejemplo, que en los fines de semana, de viernes a domingo por la tarde, las discotecas están abiertas, sin cerrar nunca; que según qué bares, a determinadas horas del día, son bares, en otras, restaurantes, y en otras, lugares de baile; que los «biergardens», ubicados en parques y jardines, permanecen abiertos de diez de la mañana a cuatro de la tarde "por el frío, supone", y que en ellos se puede beber y comer; que aunque la gente bebe bastante a la hora de comer y cenar "el promedio sale a casi litro y medio de cerveza por persona", no se ve a nadie bebido en la calle, donde reina el orden hasta el punto de que tampoco se ven policías, «es más "me comentó María, vía móvil", ni siquiera sé cómo van vestidos los policías ya que no los he visto», ni travestis, ni trileros, ni gente de mal vivir. En fin, que se trae más que apuntes para hacer un informe con el que ordenar algo mejor la noche de como está.


Tengamos la fiesta en paz
Hay cierto malestar entre algunos vecinos de Sant Jordi, cuando en las mañanas de los domingos se encuentran con cascos de botellas frente a la puerta principal de la parroquia y meadas y pintadas obscenas en el suelo y paredes de la "digamos" puerta lateral. Nos desplazamos ayer, tempranito al lugar y, efectivamente, hay botellas "menos que en otros días, señala un vecino" y sobre el suelo y escalones de la puerta lateral se ven restos de orines, y no sólo eso, se huele a orines.
Nos parece bien que la gente se divierta; es más, estamos a favor de la diversión, siempre y cuando no moleste a terceros, como nos tememos que ocurre en este caso, dejando algunas huellas de la fiesta "botellas y orines" en lugar de paso para los vecinos.

Baccara, a Bielorrusia
Anteanoche coincidí con Maite Mateos, la voz "y fundadora" del dúo Baccara, ahora con nueva "y guapa" compañera, Sevilla, con quien ha grabado un CD que, salvo en España, está causando furor en media Europa y dentro de poco en Bielorrusia, «a donde vamos dentro de diez días, por espacio de una semana, en la que actuaremos en distintas ciudades».
Maite quiere dejar bien claro que su Baccara nada tiene que ver con el de María Mendiola, ex compañera suya en el primer Baccara, el de los años 80, quien, recientemente, ha montado otro Baccara «que nada tiene que ver con el nuestro, vamos, que en nada se parece a él, y que, por lo que he oído, creo que lo están haciendo muy mal a pesar de la promoción que le han hecho, pero... bueno, allá cada cual. Tengo entendido también que tampoco las ventas del CD, en el que mezclan temas de Baccara con otros de Manolo Escobar, han ido muy bien, y en cuanto a las coreagrafías, ¡qué diferentes son de las nuestras! Vamos, es que no hay color».
El CD «Yes sir, I can Boogie 99» está causando furor en el extranjero, sin embargo en España ni siquiera ha sido presentado. ¿Por qué? «Pues tampoco lo sé», responde Maite, que se apresta para irse al frío de la estepa rusa la semana proxima.