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El Arca se le ha quedado pequeña
Helga Knies es la mujer de «El Arca de Noé», en Andratx. Tiene la casa llena de perros, gatos y pájaros abandonados que recoge por ahí, o se los traen, algunos magullados, y algunos muy magullados. Son tantos, que creemos que no le caben más, sin embargo sigue aceptándolos. ¿Que qué hace con ellos? Donarlos en adopción a todas aquellas personas que se comprometan por escrito a cuidarlos. A cambio, quien lo desee le entrega un donativo voluntario. Herta, cuidadosamente, lleva el control, a su vez vigilada por la Conselleria d'Agricultura, de quiénes reciben el animal. «El año pasado donamos 468 perros y 317 gatos», dice, lo cual supone que han perdido la condición de abandonados cerca de ochocientos de esos animales.

Como la casa se les ha quedado pequeña, «El Arca de Noé» ha adquirido unos terrenos en la zona de Sa font des Mores, en Sant Elm, cerca de la depuradora, «por tanto muy apartada de donde vive la gente». Allí desean construir un refugio-hospital para perros y gatos, con una capacidad para 30 animales. «El Ayuntamiento de Andratx ha dado permiso, al igual que el de las comisiones de Agricultura, Medi Ambient y Sanitat del CIM, faltándonos únicamente el de la de Urbanisme, que suponemos que llegará un día de éstos. Pero tenemos en contra a una asociación de defensa de animales, Adania... aunque no nos explicamos los motivos, y mucho menos que una asociación que defiende a los animales se ponga en contra de otra que hace lo mismo, que tiene sus papeles en regla y que procura hacer las cosas bien».