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Los representantes de la Unión Sindical Obrera, USO, en Balears acusan al conseller de Treball, Eberhard Grosske, de excluirles del diálogo social que está manteniendo actualmente para diseñar las actuaciones e instituciones que van a derivarse del Pacto por la Ocupación y amenaza con llevar a los tribunales al Govern por esta «discriminación».

El Ejecutivo, según el portavoz del sindicato Rafel Pons, se escuda en la fórmula «sindicatos más representativos» para limitar su participación en la interlocución social. Al parecer, la Ley Orgánica de Libertad Sindical, señala que los «sindicatos más representativos», a nivel estatal, son aquellos que superan el 10 por ciento de los delegados existentes y, a nivel autonómico, aquellos que tengan más de 1.500 delegados, el 15 por ciento de representatividad y no estén confederados.

Como quiera que USO es un sindicato confederado y que tiene en las Islas 600 delegados (11 por ciento del total), la conselleria de Treball i Formació sólo considera interlocutares sociales a la CAEB, PIMEM, UGT y CC OO, «aunque al menos nos mantienen informados del diálogo» asegura Pons.

El sindicato ya se ha puesto en contacto con otros agentes sociales excluídos del diálogo, «como el Consell de la Joventut, el sindicato STEI y la UNAD», para intentar crear una plataforma que luche por su participación activa en los foros que se creen, «ya que dicen que en el Consejo Económico, Ecológico y Social tendremos voz pero no voto» señalan.