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El Govern teme que la Unión Europea pueda obstaculizar la recaudación del impuesto ecoturístico a través de los billetes de avión y barco, según ha podido saber este periódico. El presidente del Govern, Francesc Antich, se reunió la pasada semana con el conseller d'Hisenda, Joan Mesquida, y con el de Turisme, Celestino Alomar, para estudiar un borrador de proyecto de ley del futuro impuesto turístico. Fuentes del Ejecutivo autonómico reconocieron a este medio que «el proyecto todavía está muy verde».

El Govern cree que la mejor fórmula para cobrar el impuesto ecoturístico es hacerlo a través de los billetes de avión y barco, pero existe un problema: Bruselas puede obligar a que dicho impuesto sea cobrado también a residentes ya que la Unión Europea no distingue entre alemanes, británicos y ciudadanos de Balears. Para Bruselas todos tienen los mismos derechos en los países de la Unión Europea.

De esta manera, el Govern podría verse obligado a cobrar el impuesto ecoturístico a los residentes de Baleares cuando se desplacen en avión y barco. Posteriormente, el Ejecutivo autonómico arbitraría una fórmula para devolver a los residentes las cantidades que abonasen en concepto de impuesto ecoturístico.

Además, el Ejecutivo autonómico teme que AENA puede negarse a cobrar en las instalaciones aeroportuarias dicho impuesto, y también es una incógnita la futura colaboración de las compañías aéreas en la función recaudatoria del Pacte de Progrés.

El Govern sostiene que a través de la recaudación mediante billetes de avión y barco podría controlar a los residentes extranjeros que viven en la isla pero que, en cambio, siguen abonando los impuestos en sus países de origen.