En los once primeros meses de 1999 los inspectores de la Agencia
Tributaria han efectuado un total de 3.949 actas relativas a 1.547
contribuyentes, con una deuda total descubierta de 12.085 millones
de pesetas. En todo el año pasado, el número de actas ascendió a
5.196, correspondientes 1.374 contribuyentes, con una deuda
descubierta por un importe de 10.079 millones. Ello implica un
aumento del 20% en las cantidades recaudadas en concepto de deuda
fiscal, según confirmó el delegado de la Agencia Tributaria de
Balears, Antoni Miralles.
En ese apartado, el sector inmobiliario sigue estando en el
punto de mira del fisco, afirmó Miralles: «Ese sector siempre ha
sido una fuente de preocupación para la Agencia Tributaria de
Baleares. Y más en esta comunidad donde el nivel de transacciones
es muy elevado, con el añadido de que se ha producido un incremento
notable de los precios», precisó. El delegado de la Agencia
Tributaria señaló que si a todo ello se añade el hecho de que parte
de las adquisiciones son efectuadas por personas que no tienen
residencia en este país, «lógicamente, es un sector que nos
preocupa especialmente».
«Por ello "subrayó", gran parte de nuestros recursos se emplean
en comprobar y controlar el sector inmobiliario. En ese sentido
estamos no sólo llevando a cabo comprobaciones de las transmisiones
de inmuebles usados, que están sujetos a transmisiones
patrimoniales, y que la operación en sí luego generan otras
obligaciones tributarias distintas. También nos interesa
enormemente el tema de las transmisiones de inmuebles nuevos,
efectuados por empresas de promoción inmobiliaria, que están
sujetas al impuesto sobre el valor añadido, y también nos preocupa
aquellos sectores relacionados con la construcción, como es el de
los instaladores, albañilería, carpintería, etc.»
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