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P.C./J.M.R. Miguel Àngel Domingo es un camarero en paro que vino a trabajar a Balears hace algo más de un año. Hasta aquí nada le diferencia de cualquier otro ciudadano sin trabajo que se desplaza a las Islas para trabajar en la hostelería. Sin embargo, sobre esta persona, ahora en paro, pesa un ingreso en prisión si no paga el dinero que debe a su familia (ex esposa e hijo) y que viven en Zaragoza.

Domingo inició ayer una huelga de hambre en su domicilio de la barriada palmesana Son Ferriol en protesta por una sentencia judicial que le obliga a ir a la cárcel durante 16 días si no paga 600.000 pesetas a su ex esposa, de la que está separada hace un año y medio. Un juez de Zaragoza dictó un auto por el cual concede a Miguel Àngel un plazo que expira en el día de hoy, viernes, para atender la demanda económica planteada por su ex mujer, con la que tuvo un hijo. En caso contrario, el lunes debe ingresar en la prisión de Palma.

«He tomado la decisión de no ingerir alimentos sólidos ni líquidos como una forma de protesta por lo que considero una clara indefensión, ya que el juez no tomó en cuenta ninguna de mis alegaciones», dijo Miguel Àngel.

«No fui yo el que abandone a mi familia, muy al contrario, vivíamos en Valencia, las cosas no fueron bien y ella se trasladó a Zaragoza con mi hijo para iniciar los trámites de separación. Acepté pagar una pensión de 35.000 pesetas mensuales, porque entendía que mi hijo necesitaba esa ayuda para estudiar, pero perdí mi trabajo y no puedo afrontar los pagos.