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El Ajuntament de Palma ha detectado la existencia, desde hace años, de una casos de subarrendamiento de puestos en el mercado exterior de Pere Garau y está dispuesto a ponerles fin. Para ello, la regidora de Consum en Cort, Lys Riera, ha anunciado que «de ahora en adelante, se va a exigir a todos los titulares de un puesto que tengan su autorización, bien visible para los inspectores (renovándola en el caso de que la foto ya no permita la identificación) y en el lugar de venta sólo podrán estar ellos o las personas autorizadas, que sólo pueden ser familiares directos o empleados, siempre que éstos demuestren su contratación».

«Es decir, vamos a exigir que se cumpla a rajatabla la normativa de mercados», aseveró, pues «aunque no se trata de muchos casos, quizá cuatro o cinco entre un total de 326 puestos autorizados, quienes pagan por un puesto que no les ha sido concedido están saltándose la muy rigurosa lista de espera que existe para acceder a una plaza en este mercado», que se alarga hasta las 600 personas por lo difícil que resulta que queden libres. Otro hecho preocupante es que mientras el Consistorio cobra 400 pesetas diarias por cada puesto de este mercado exterior, los subarriendos son mucho más elevados, alcanzando incluso las 25.000 pesetas por día, según declaró la responsable municipal.

Como muestra de que «se va en serio», la edil anunció que tanto la ausencia del permiso a la vista como la no presencia injustificada del titular o de una persona autorizada en el puesto supondrán una falta, «ya a las tres faltas, el titular perderá el puesto y será entregado al primero de la lista de espera».

De este modo, siempre que el propietario del permiso esté enfermo o de viaje (en este caso ya se hace), «se deberá justificar ante el Ajuntament, entregando una baja médica, por ejemplo», aclaró.