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La creciente afición al caballo protagonizó ayer, en Inca, las Beneïdes de Sant Antoni. Un centenar de bellos caballos desfilaron ante el santo montados por sus jinetes.

Los actos dieron comienzo con la ballada dels dimonis al son de las xeremies, para dar paso al desfile de los caballos, seguidos de un sinfín de animales domésticos pertenecientes a todas las especies y razas.

Después del paseíllo ecuestre, los perros fueron los otros grandes protagonistas de la jornada.
Los más pequeños no dudaron en sacar a su mascota preferida, como el caso de una niña que en una pequeña cazuela de barro llevaba a su diminuta tortuga, para que recibiera la bendición. La fiesta acabó con un fogueró en la Plaça des Bestiar.

La fiesta de Sant Antoni ha acaparado este fin de semana muchos pueblos de la comarca. Las beneïdes se celebraron también ayer en otros municipios, como Consell, Binissalem o Alaró.