18/01/00 0:00
Los alumnos más pequeños del colegio Aula Balear no tuvieron clase ayer, para poder asistir al desfile de Ses Beneïdes. Eran unos ochocientos niños de entre tres y siete años los que, vestidos rojo y negro y armados con algún tridente, esperaban en la Plaça Major a que «llegaran los demonios». Pero el susto no se dio ningún demonio, sino uno de los caballos participantes en el desfile, que se descontroló y empujó a unos cuantos niños e incluso llegó a pisar a una de las profesoras, aunque el pisotón no le produjo ninguna herida, sólo un pequeño moratón.
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