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El buen tiempo, unido al hecho de que ayer en Palma era jornada festiva, provocó que numerosos ciudadanos aprovecharan la mañana y las primeras horas de la tarde para salir a pasear. Pocos rastros quedaban ya en las aceras de Ciutat de la revetla que se había celebrado la noche anterior en diversas plazas. Las brigadas de limpieza trabajaron duramente para que los escenarios vacíos fueran las únicas pruebas visibles de la fiesta que había tenido lugar y que llenó Palma de personas con ganas de divertirse.

Poco después de concluir los conciertos operarios municipales se desplazaron a las plazas y recogieron las toneladas de basura que se generó tras la revetla.

Así y todo, el centro de Palma no fue de los lugares que registraron mayor afluencia de paseantes ya que éstos se decantaron, en su mayoría, por los parques públicos y el Passeig Marítim, aprovechando las buenas temperaturas, poco habituales en esta época del año. Muchos ciudadanos se animaron a pasear por la playa, y en la del Molinar, por ejemplo, se notó mayor afluencia de personas que en un día laborable. Familias paseando de la mano, deportistas corriendo por la arena y niños jugando en los columpios fueron algunas de las estampas habituales que se pudieron ver durante el día de ayer por toda la ciudad.