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El fenómeno «muy inusual» de los bloques de hielo continúa siendo un enigma, aunque la hipótesis más probable, desvelada ayer, apunta a que se originan en capas muy altas de la atmósfera a causa de un enfriamiento repentino y, debido a su interés científico, serán investigados en profundidad. Así lo explicaron ayer en una multitudinaria conferencia de prensa los científicos de la comisión interdisciplinar, creada el pasado lunes para investigar las masas de hielo caídas desde el 8 de enero pasado y coordinada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Según los primeros análisis, tras un trabajo a marchas forzadas durante 72 horas en numerosos centros de investigación, está claro que no son ni aerolitos, ni meteoritos, ni restos de aguas del interior de los aviones, y tampoco que se produzcan en las mismas alturas donde se generan los fenómenos meteorológicos normales (lluvia o granizo). Es probable, pero menos, que se trate de «minicometas» o que tengan su origen en condensaciones de agua en el fuselaje de los aviones, opciones que no se descartan mientras que no se amplíen los análisis y se llegue a conclusiones finales.

La comisión ha hecho los análisis preliminares de cinco muestras, procedentes de bloques verdaderamente caídos del cielo en Tocina (Sevilla), y en L´Alcudia, Enguera y Algemesí (Valencia) y Chilches (Castellón). El CSIC desconoce cuántos bloques han caído, y aunque considera que muchos son falsos, ha certificado que una decena tiene los requisitos mínimos para considerarlos como verdaderas «caídas», alcanzando una velocidad de 300 kilómetros a la hora, muy similar a la «caída libre», explicó Jesús Martínez Frías, geólogo que coordina esta comisión. Las muestras analizadas fueron verificadas por el impacto que produjeron o por los testimonios de personas, que incluso vieron la caída en carreteras, al tiempo que se compararon con el bloque de Móstoles (Madrid), reconocido como «falso», y con el encontrado en Meliana (Valencia), que simplemente es una roca «evaporítica», de compuestos naturales (yeso y anhidrita).