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El Consell Insular de Mallorca quiere que el plan de residuos, además de resolver el problema de las basuras, sirva para concienciar a los ciudadanos de Balears de la importancia que tiene la selección previa de los residuos. Por esta razón, la parte del polígono de residuos en la que se instalarán las plantas de compost, selección de envases y metanización contará con un tren monorraíl elevado en el que los visitantes interesados podrán conocer el funcionamiento de las instalaciones.

El conseller de Medi Ambient del Consell Insular, Miquel Àngel Borràs, explicó ayer que para el desarrollo real del plan de residuos es muy importante la participación de los ciudadanos. De esta forma, afirmó que la visita en este tren monorraíl elevado tendrá un importante efecto pedagógico entre los escolares y las entidades ciudadanas que visiten las instalaciones. Borràs explicó que no se trata de hacer proyectos suntuosos, sino plantas de calidad que permitan hacer una buena política de selección de residuos para que después sean reciclados en el polígono específico que se prevé para la instalación de empresas. Borràs estima que cerca de 30.000 personas pueden pasar al año por estas importantes instalaciones. De hecho, la incineradora es visitada anualmente por unas 15.000 personas.

Una muestra de la calidad con la que se pretende construir todas las instalaciones, además de este centro de tratamiento, es el proyecto previsto para el depósito de seguridad de las cenizas. Borràs explicó que, pese a que se ha demostrado que las cenizas cimentadas son inertes, el depósito quedará impermeabilizado por completo para evitar que se pueda producir algún tipo de filtración.

Este depósito en el que irán las controvertidas cenizas se ubicará en una zona cercana a la incineradora que previamente se habrá impermeabilizado con diversos materiales, entre ellos arcilla, que tendrán en total más de un metro de grosor.