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Los vecinos de las zonas cercanas a Son Reus aseguraron ayer que están dispuestos a emprender movilizaciones e incluso acudir a los tribunales españoles y europeos si el Govern no atiende las alegaciones presentadas en contra de la agrupación en la zona de Son Reus de todas las instalaciones de tratamiento de residuos. La alcaldesa pedánea de Palmanyola, Antònia Juan, mantuvo ayer una reunión con el director general de Residus del Govern, Nicolau Barceló. Barceló reiteró a los vecinos que la voluntad del Ejecutivo es agrupar las instalaciones en un sólo lugar, pero se mostró dispuesto a reunirse con los afectados todas las veces que sea necesario.

La alcaldesa pedánea agradeció esta buena disposición de Barceló, pero consideró negativo que el Govern mantenga su intención de concentrar todas las instalaciones. En cualquier caso, la alcaldesa aseguró que esperarán a la resolución de las alegaciones antes de decidir las futuras actuaciones.

Antes de esta reunión, que tuvo lugar por la tarde en la Conselleria de Medi Ambient, Nicolau Barceló y la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, ofrecieron una rueda de prensa para explicar su postura al respecto.

Ambos insistieron en que el plan de residuos lo único que hace es suspender el planeamiento de los municipios en la zona de Son Reus, pero reiteraron que las instalaciones tan sólo ocuparán una cuarta parte de los terrenos suspendidos. En cualquier caso, la consellera consideró «muy humano» que las personas que viven en la zona de Son Reus estén en contra de que las instalaciones se ubiquen cerca de sus casas.