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El Consell Insular de Mallorca no deberá llevar a pleno los acuerdos de competencias en materia de disciplina urbanística, que quedarán en manos del conseller de Serveis Generals, Miquel Nadal, de Unió Mallorquina. El PP, a través de Francesc Fiol, criticó el acuerdo del Consell al entender que «supone la retirada de una competencia al pleno para dársela a un conseller en una cuestión tan susceptible de controversia como es el tema urbanístico».

Nadal replicó que la intención del pacte de progrés no era «sustraer al debate plenario competencias de urbanismo sino disciplina urbanística, que sólo llegan al Consell cuando lo solicitan los ayuntamientos». Nadal acusó al PP de interesarse más por esta cuestión que «por el propio interés de los integrantes del grupo de consellers populares», y agregó que la intención del Consell es «defender los intereses de los ciudadanos de Mallorca». Fiol acusó a Nadal de «actuar con chulería» e ironizó que el conseller de Serveis Generals «plantea el asunto como un sacrificio extraordinario pero a partir de ahora las sanciones serán mucho más difíciles de conocer». «Es un acto de responsabilidad y no existe la intención de sustraer competencias a nadie», zanjó Nadal.

Por otro lado, el Consell tuvo que dejar sobre la mesa una propuesta de Nadal por la cual se revisaba de oficio un informe de la Comisión Insular de Urbanismo en relación a la construcción de una vivienda en suelo rústico en el término municipal de Andratx. La iniciativa contó, sorprendentemente, con la abstención de todos los grupos y Jaume Font, del PP, recordó que era el pacte de progrés el responsable de sacar adelante su propuesta. Al final quedó sobre la mesa.

Miquel Nadal explicó que la propuesta se planteaba a raíz de un informe del Consell Consultiu. «Acatamos pero no compartimos la decisión del Consell Consultiu», señaló el conseller de Serveis Generals, quien sostiene que «los ciudadanos de Mallorca pueden perder la posibilidad de presentar recurso contra los actos de la Comisión Insular de Urbanismo». De esta manera, el Consell Consultiu entiende que la CIU no está capacitada para revocar un autorización previa ya que la competencia última corresponde a los ayuntamientos.

Por otro lado, Maria Antònia Munar tuvo que utilizar su voto de calidad para que saliesen adelante los distintos nombramientos del Consell en la Junta Rectora de Sa Dragonera. El voto doble de Munar tuvo que solventar el empate en la votación ante la abstención de Esquerra Unida"Els Verds, grupo que criticó la falta de consenso y el gran número de dirigentes de UM en la Junta Rectora. Llauger planteó que hubiese sido mejor consensuar los nombramientos, planteamiento que coincidió con el de María Salom, del PP. A pesar de sus críticas, Esquerra Unida"Els Verds optó por abstenerse en la votación.