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Caos en la Costa d'en Bossa
Los vecinos y comerciantes de la Costa d'en Bossa, y alrededores, deben de estar hasta el gorro del Pla Mirall, pues finalizadas las obras de la vecina Jaume II, han comenzado con ésta, poniéndola patas arribas por lo menos hasta Sant Nicolau, no dejando que nadie pase por ella, por lo que, aparte de ser una ruina para comerciantes "algunos ni siquiera han abierto sus negocios", se produce un trasiego de ciudadanos de a pie por las lindantes, o sea, por el estrechísimo Carrer de Can Pizà que sale a la Santo Domingo. En fin, todo un galimatías.

"Eso sí "nos decía un vecino", han contado, uno por uno, los escalones de la escalera de la Costa d'en Bossa a fin de, finalizada la obra, reponerlos. En cuanto a nosotros y a los comerciantes, que nos apañemos.

Y sí. Porque tampoco estaba contento el matrimonio que regenta la joyería de la esquina. Hartos de soportar ruidos y polvaredas durante la reforma de Jaume II "«y también pérdidas de clientela, porque ¿quién se acercaba por aquí con lo que se podían encontrar?»", ahora les sucede otro tanto con el agravante de que la obra la tienen delante de la puerta de su tienda, «por lo que ahora sí que podemos cerrar. Lo malo del asunto "señala el joyero" es que por aquí no aparece nadie del Ajuntament a dar ninguna explicación. Aquí nos tenemos que enfrentar a diario con los obreros, algunos, la verdad, con no mucha educación. Y por si faltara poco "la señala", nos han colocado delante de la puerta una valla que impide el paso a la calle y a nuestro establecimiento».