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«Roma cayó por su propia autocomplacencia, a manos de los vecinos de la época, como Atila, y lo propio puede ocurrir en el seno de la UE con los inmigrantes del Magreb y de los países del Este que observan nuestro bonito jardín con la intención de saltar la valla», dijo Manuel Marín, poco antes de participar en el primer ciclo de conferencia organizadas por el Cercle Financer de Balears en la Fundació «La Caixa». Marín, que se confesó un «europeísta convencido», rechazó, asimismo, con contundencia la reciente afirmación realizada por el presidente del Gobierno, José María Aznar, en el sentido de que si la coalición PSOE-EU llega el poder, «España se saldrá del euro». «Estamos en campaña electoral, y parece que todo está permitido, pero lo que dijo el señor Aznar no es cierto ni se sostiene. Cualquier gobierno que exista en España debe respetar el Tratado de Maaastrich y, por supuesto, la unidad monetaria es una consecuencia de él», dijo Marín.

El ex vicepresidente de la Comisión Europea destacó que la clave del futuro de la UE será la integración. «Con ella», recordó, «pudimos superar dos crisis en los años ochenta (europesimismo) y principio de los noventa (euroescepticísmo), y será vital para el mantenimiento de todos los acuerdos alcanzados».

No obstante, admitió que una futura Unión Europa de 27 miembros «sería ingobernable si se mantiene el actual derecho a veto que tienen los países».
Dijo que la UE debía avanzar en materia de defensa común, como el acuerdo alcanzado en Helsinki para crear un ejército de la UE, y en la armonización fiscal, que calificó de «inevitable a corto plazo».