El padre Bartomeu Vicens inauguró la Universitat Oberta per a Majors

Bartomeu Vicens puso en marcha esta iniciativa siguiendo uno de los preceptos de la Fundación del Hombre, que dice que «escuchar al otro es ayudarle a ser, porque si ayudamos al otro tenemos futuro» y extendió este tipo de encuentros por toda Europa.

«Vi que todo el mundo tenía miedo a que, cuando se jubilara, en vez de estar alegre, se sintiera sin sentido de la vida, inútiles. Sin embargo, esta iniciativa se planteó a tal nivel que se decidió que todas las personas mayores de 55 años de todos los lugares del mundo tuvieran la oportunidad de prepararse a partir de su experiencia», explicó el padre Vicens.

La Universidad de la Experiencia que la Fundación del Hombre organiza se estructura en tres cursos que, «sirven para actualizar lo que ellos no tuvieron oportunidad de entender», señaló Vicens, quien asegura que no hace falta tener estudios para que esta iniciativa funcione y recordó que en las primeras ediciones asistían muchas personas que difícilmente sabían leer y escribir.

Afirma que la clave está en «hacer las cosas a la medida de la gente», cuyo resultado ha sido que «el encanto de vivir y el sentido de sentirse útiles han entusiasmado tanto, que donde hay una universidad de la experiencia en España, Europa o Iberoamérica, la gente ha rejuvenecido, porque los años no envejecen, maduran».

En opinión del padre Vicens, lograr «gente mayor cualificada» es el trabajo que «hacemos con los dos años de cursos sistemáticos como universitarios y el tercero como formación permanente para dar dos servicios fundamentales: voluntariado, a través del sentido de solidaridad, que hoy no se ejerce sólo mediante el Evangelio, sino compartiendo la dignidad humana, y nadie puede ser voluntario improvisando, y, por otro lado, la tolerancia, signos que caracterizan el estilo principal de los que salen de las universidades de la experiencia».