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El Ajuntament de Palma puso ayer a disposición del colectivo de inmigrantes africanos que desde hace un tiempo viven en tiendas de campaña en los márgenes de la Vía de Cintura el albergue juvenil de Can Pastilla, propiedad del Govern, pero con el que Cort tiene subscrito un convenio.

Pocas horas después, este lugar, que cuenta con capacidad para 28 personas y que sólo tenía una cama ocupada, estaba ya repleto. Además, por tratarse de una medida de urgencia y provisional se ha decidido que se les aloje de forma gratuita (en condiciones normales se cobran 1.000 pesetas por día).

Este fue el resultado más inmediato de la reunión que mantuvieron miembros de este colectivo con los concejales de Relaciones Institucionales, Joan Bauzà, y de Acción Social, Antoni Nadal, tal y como se les prometió la semana pasada.

Los responsables municipales reconocieron que esta es sólo «una medida de urgencia», en tanto se logra de todas estas personas, que se encuentran en la Isla de forma legal y que, en su mayoría, cuenta con un contrato de trabajo, puedan acceder a una vivienda en alquiler, su deseo y principal reivindicación.

Para ello, también se acordó fijar un calendario de negociaciones (el primer encuentro será el día 8) con el Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria para concretar una bolsa de pisos disponibles. En un principio de habla de entre 100 y 150 viviendas necesarias. En la reunión se puso sobre la mesa la necesidad de que se respete la capacidad de las viviendas, algo que este colectivo entiende y se compromete a cumplir. Esta intermediación la realizaba hasta ahora la Cruz Roja, labor que fue valorada ayer por Nadal, si bien añadió que «con la colaboración de los APIs lograremos un mayor rendimiento».