La Conselleria de Medi Ambient continuaba ayer tramitando la
autorización para el vertido de escombros en la cantera de Can Set,
en el término de Llucmajor, una ubicación propuesta por los
transportistas. Sin embargo, ayer se planteó otro problema. Lluc
Tomàs, alcalde popular de Llucmajor, indicó que el Ajuntament se va
negar de forma rotonda a que los deshechos de las obras se viertan
en una cantera de su municipio. «Pondremos todos los medios que
estén a nuestro alcance para impedir el vertido en Can Set»,
aseguró Tomàs.
El primer edil de Llucmajor argumentó la contaminación que
supone este tipo de vertidos para el núcleo costero de s'Arenal:
«En esta misma zona están las canteras de Can Ramis y Can Barceló y
la experiencia es que se producen incendios constantemente al
vertirse cualquier tipo de residuos. En verano, hay temporadas que
se forma una nube negra procedente de estas canteras».
Lluc Tomàs, que indicó tener constancia del vertido en Can Set
por la prensa, aseguró que clausurará la cantera en el momento en
que se inicie la actividad.
Mientras tanto, ayer los transportistas continuaban concentrados
en las Avenidas de Palma, ante la Conselleria de Medi Ambient, en
espera de recibir la autorización para comenzar a llevar los
escombros a Can Set. Además de los camiones, los transportistas
desplazaron a la zona contenedores de escombros.
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