Los transportistas de escombros depositaron ayer su carga en la cantera de ses Cadenes. Foto: JAUME MOREY.

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ntament de tomar esta decisión por puro partidismo.
Rosselló aseguró que el Govern no presentará una orden judicial para exigir la apertura del vertedero. El cierre ha obligado a los transportistas de escombros a depositar los vertidos de nuevo en las canteras de Ses Cadenes y Can Ramis, a pesar de que esta actividad está prohibida en ambas zonas. La consellera aseguró que es consciente de estos vertidos, pero que el Govern no puede hacer nada para evitarlos. Rosselló aseguró que la presidenta de EMAYA, María Crespo, se había mostrado inicialmente dispuesta a mantener abierto Son Reus unos días más mientras el Govern tramita el expediente para que los vertidos se depositen temporalmente en Can Set, en Llucmajor. Por esta razón se mostró sorprendida de que EMAYA decidiera cerrar el vertedero de manera unilateral. Rosselló explicó que la semana que viene estará listo el expediente para que los vertidos puedan realizarse en Can Set.

Por lo que respecta a la petición de EMAYA de ampliar la actividad de la planta desaladora, aseguró que el Govern no concederá la autorización.
Por su parte, la presidenta de EMAYA mantuvo ayer su negativa a abrir el vertedero y aunque reconoció haber ofrecido su reapertura durante dos o tres días, puntualizó que «ya han pasado los tres días y no se ha resuelto el problema, por lo que ahora supondría que se depositasen los escombros de dos semanas, y eso no es posible por razones de seguridad, porque Son Reus está saturado, como el propio Govern ha reconocido». Además, Crespo aseguró que un director general «no está facultado para firmar una resolución» obligando a reabrir el vertedero y exigió a la Conselleria a que «resuelva un problema que es de su competencia».