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La presidenta de EMAYA aseguró ayer que «tenemos agua sólo para dos meses, según los informes que tengo sobre mi mesa». Tras esta rotunda afirmación, María Crespo criticó la actitud del presidente del Govern, Francesc Antich, y de la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, que, según dijo, «no están haciendo nada por resolver el problema del agua» y lamentó que «se haya anulado el encuentro previsto para esta semana».

La responsable municipal realizó estas declaraciones durante el pleno municipal, aprovechando el debate sobre la propuesta del PSM de modificar el proyecto de la nueva depuradora de Sant Jordi, finalmente rechazada.

Crespo llegó a proponer a los grupos aceptar la proposición del PSM a cambio de que «también nos unamos para ir de la mano al Govern a pedir que se reúnan con nosotros para analizar las propuestas sobre el agua».

«Podríamos garantizar el agua sólo con que el Govern diga sí a la ampliación de la desaladora, aunque no es la única salida, pero el hecho de que ni siquiera se hayan sentado con nosotros a tratar el tema nos parece una barbaridad», aseveró la edil. De lo contrario, añadió, «ya veremos qué dirán los grupos municipales cuyos partidos forman parte del Pacto cuando dentro de dos meses abran los grifos y no salga nada». El alcalde de Palma, Joan Fageda, confesó que «el tema me preocupa mucho» y reconoció, como apuntó el PSM, que el agua de la desaladora es la más cara pero «el objetivo es tener agua y dejar descansar a los acuíferos».

Otro punto que suscitó un largo debate fue la aprobación de la retirada del bonobús de cartón, decidida por el pleno constituido en Junta General de la EMT.

El bonobús dejará de venderse el 31 de marzo y se permitirá su uso hasta el 30 de abril. Con ello se pretende fomentar el uso de la tarjeta ciudadana. La EMT invitará a los demás municipios a subscribir convenios para subvencionar el billete de sus residentes, que de lo contrario deberán pagar 175 pesetas por viaje. Por lo pronto, ya se han iniciado conversaciones con Calvià.