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Iniciado en 1996, a instancias de la Associació Pro Beatificació d'Antoni Gaudí, el proceso de canonización del genial arquitecto catalán se encuentra actualmente en la denominada situación de Nulla Osta aprobada por la Congregación de los Santos del Vaticano, instancia encargada de guiar los diferentes pasos del arduo camino por el que ha de atravesar toda iniciativa beatificadora. Como explica el canónigo y escritor Pere Llabrés, delegado de Patrimoni y profundo estudioso de la vida y obra de Gaudí, el que haya sido concedida la Nulla Osta significa «que no existe inconveniente o impedimento alguno por los que no se puedan seguir nuevos pasos en el proceso.

El siguiente es recoger todos los escritos del denominado 'sirviente de Dios' y solicitar testimonios de testigos, directos o indirectos, coetáneos o no, vivos o muertos, para que atestigüen sobre el espíritu de santidad del beatificante». Una etapa posterior en el camino de elevación a los cielos del artista será la redacción del «Positio», libro en el cual se reivindican las virtudes del candidato y que viene a ser una especie de biografía de su santidad. Es en este texto donde Llabrés está convencido de que se recogerá la determinante intervención de Antoni Gaudí en la restauración global de la Seo realizada entre el 20 de junio y el 8 de diciembre de 1904.

«Gaudí "recuerda" se entrevistó en Mallorca con el obispo Campins en 1901, dos años después de que éste fuera nombrado responsable de la diócesis mallorquina. Fue entonces cuando el obispo le expuso su proyecto de reforma de la Seo después de haber visitado Italia y Francia. El eje fundamental de la restauración pasaba por eliminar el coro del centro de la catedral, una idea que se había planteado desde principios del siglo XIX. La propuesta consistía en convertir el coro en punto central del interior del edificio, rodeado del prebisterio en el que se sentarían los oficiantes y presidido por el asiento o cátedra del obispo. De lo que se trataba era de liberar las naves para que los fieles pudieran seguir la celebración, lo que venía impedido por la ubicación del coro».