Los miembros de Consell Agrari de Mallorca, que mantuvieron ayer la
segunda reunión desde su formación, acordaron, por unanimidad,
rechazar la posibilidad de utilizar el agua de los pozos agrícolas
en instalaciones turísticas, según afirmó su presidente, Francesc
Sastre.
Esta determinación surge tras la petición, por parte de algunos
sectores, de que se desvíe el agua de uso agrícola, sin permiso de
los agricultores, hacía los establecimientos turísticos,
posibilidad que, «excepto en casos puntuales que contempla la ley»,
niegan de pleno los payeses. En este sentido el conseller
d'Agricultura i Pesca, Joan Mayol, reiteró que la situación del
campo balear puede ser «dramática» si no llueve en las próximas
semanas y señaló que ya se ha perdido una buena parte de la cosecha
de pastos. En previsión de que las precipitaciones no lleguen el
titular de la conselleria señaló que el Ministerio del ramo tiene
una línea de ayudas directas para combatir los efectos de la sequía
y que su intención es crear un grupo de trabajo para diseñar la
estrategia a seguir en el peor de los casos.
Ultima Hora ya adelantó hace unos días que las
asociaciones agrarias estaban dispuestas a renunciar a algunos
cultivos si, a cambio, recibían una serie de ayudas por ello. Por
otra parte, el Consell Agrari también analizó el plan de desarrollo
rural y sus principales líneas de actuación, plan que tiene que ser
aprobado por Bruselas y que podrían suponer unas ayudas estimadas
entre los 10.000 y 15.000 millones de pesetas.
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