Gas y Electricidad "GESA" inició ayer las obras de desmantelamiento
de los gasómetros ubicados en Son Molinas, tal y cómo anunció la
empresa una vez finalizada la etapa del cambio de gas (aire
propanado). «Con esta actuación mejoraremos el entorno ambiental de
una zona en la que el crecimiento vegetativo de Palma acercó los
edificios a nuestras instalaciones, lo que en estos momentos es una
demanda social», señaló el portavoz.
El cambio que empezó a experimentar la zona inmediatamente
después de que los técnicos iniciaran las labores de desmontaje de
los gasómetros, fue radical y causó gran expectación entre los
vecinos del polígono de Llevant, acostumbrados durante años a
observar la gruesa silueta de los gasómetros. La primera
consecuencia de esa decisión, según explicó un directivo de la
compañía, es la «mejora del entorno medioambiental de una zona
palmesana de gran aumento vegetativo». GESA reiteró que Son Molinas
sólo dejará los edificios necesarios para que el personal pueda
ejercer la actividad de distribución.
GESA, asimismo, está complementando el desmantelamiento de Son
Molinas con la puesta en marcha de la central eléctrica de Son
Reus, que a partir de julio albergará las cuatro turbinas de gas,
con una potencia de 36'8 kilovatios cada una. Las turbinas, que
reforzarán la producción eléctrica en temporada alta, fueron
construidas en Francia y pesan 90 toneladas cada una.
Además de esas dos grandes proyectos, GESA también concede una
gran importancia al cambio de gas en Mallorca, que ya ha afectado a
casi 70.000 clientes en Palma.
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