Una licencia de taxi en Palma se cotiza en estos momentos entre los
dieciséis y diecisiete millones de pesetas, según informó el
teniente de alcalde de Governació en el Ajuntament de Palma, José
Manuel Sierra. El edil añadió que «el precio no lo marca el
Consistorio, sino el mercado, o lo que es lo mismo, es cuestión de
la oferta y la demanda». No obstante, su concesión por parte del
equipo de Gobierno está congelada desde hace años, dada la
saturación existente, por lo que en estos momentos la única
posibilidad que existe de conseguir un permiso para conducir un
taxi es una transacción interna, es decir que algún propietario de
licencia la ponga a la venta.
Sierra aseguró que el Gobierno municipal «tan sólo interfiere si
se detecta alguna venta a un precio exageradamente bajo, que pueda
llegar a romper las normas del mercado. En esos casos se rescata la
licencia». Estas licencias que son rescatadas por el municipio
pueden ser concedidas a algún aspirante. En este sentido, desde el
Negociado de Taxis se informó que en «los años cincuenta, las
licencias disponibles se adjudicaban por subasta, pero más
adelante, en los setenta, se adoptó otro sistema, el de la
antigüedad, y éste sería el que hoy se emplearía si hubiese la
ocasión de conceder estos permisos».
No obstante, desde el mismo Negociado se aseguró que «no hay
perspectivas a medio o largo plazo de adjudicar nuevas
licencias».
La forma de tomar parte de este servicio público está establecida
de la siguiente manera: el Ajuntament convoca exámenes cada dos
meses, y para presentarse el aspirante debe presentar su instancia
en el departamento de Taxis.
En esta prueba, se somete al candidato a una serie de preguntas
relativas al trabajo que va tener que desempeñar (conocimiento de
las calles de la ciudad, etc).
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