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El Consell Insular de Mallorca logró el año pasado un superávit de 1.976 millones de pesetas debido tanto a un aumento de 780 millones de pesetas en la previsión inicial de ingresos como a un descenso de más de 2.365 millones en los gastos inicialmente previstos. De estos gastos no realizados, 1.795 millones están afectados a obras o subvenciones que deberán pagarse a lo largo de este año, por lo que el superávit queda en 1.976 millones.

El responsable d'Hisenda del Consell, Miquel Àngel Flaquer, presentó ayer la liquidación del ejercicio de 1999. Flaquer, junto con el asesor de presupuestos Damià Nicolau, afirmaron que la mayor parte de los gastos no realizados, un total de 1.170 millones de pesetas, corresponden a inversiones no realizadas.

Nicolau aclaró, sin embargo, que no es que no se hayan iniciado las obras, sino que están en ejecución y, en la mayor parte de los casos, faltan las certificaciones para formalizar los pagos. En esta situación se encuentran, por ejemplo, 487 millones de pesetas. Pero tanto Flaquer como Nicolau pusieron especial énfasis en el ahorro logrado por el Consell tanto en los gastos corrientes "291 millones menos de lo presupuestado" como en los de personal "311 millones menos de lo que contemplaba el presupuesto".

Sobre el destino que se dará a estos casi 2.000 millones de superávit, Flaquer explicó que un 35 por ciento, es decir, unos 700 millones de pesetas, se destinarán a amortizar una parte de los 7.500 millones de pesetas en que la institución insular está endeudada. Otra parte se destinará a pagar facturas del año 1999 y a suplementar algunos créditos de distintas áreas del Consell este año.

Flaquer aseguró que la situación económica del Consell está muy saneada, en parte gracias a la política de reclamar el pago de deudas a los acreedores, como es el caso del Ajuntament de Calvià o al Govern balear.