El president del Govern, Francesc Antich, presentó ayer el programa
de rehabilitación de viviendas para el cuatrienio 2000-2003, en el
que el Ejecutivo autonómico invertirá 5.000 millones y que
consideró uno de los instrumentos esenciales para impulsar un nuevo
modelo de crecimiento.
Antich, que compareció en rueda de prensa acompañado por el
director general de Arquitectura y Vivienda, Jaume Carbonero,
aseguró que la rehabilitación permite recuperar centros históricos,
habitar zonas degradadas y poner en funcionamiento muchas casas que
ahora no son habitables.
El programa, fundamentado en un decreto ya aprobado por el
Consell de Govern, permite también el acceso a la vivienda a
personas con dificultades económicas y evita crecer en el consumo
de territorio, lo que implica no tener que crear una serie de
nuevos servicios. El jefe del Ejecutivo balear subrayó que el
decreto establece condiciones para el acceso a las ayudas que
benefician a los solicitantes con menor nivel de renta y, al tiempo
que incide en la limitación de nuevas edificaciones, sirve para el
mantenimiento de la construcción.
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