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Para muchos europeos pensar en Senegal fue, durante mucho tiempo, pensar tan sólo en uno de los rallies más famosos del mundo, el París"Dákar, ya que Dákar es una de las regiones que conforman aquel país africano. Pero Senegal es también un país con una cultura, unas posibilidades y unos problemas que ayer pudieron conocerse un poco mejor gracias a la conferencia que, bajo el título de «La dona senegalesa», Sassoum Gueye dictó en el local de Entitats Ciutadanes. Gueye es natural de aquel país y recientemente ha dirigido tres proyectos de cooperación (alfabetización, sida y contabilidad), destinados fundamentalmente a las mujeres. El acto de ayer estaba organizado por la Assemblea de Dones de Mallorca y la Associació d'Inmigrants Senegalesos de Balears (YAPO). La Assemblea de Dones tiene en perspectiva organizar más charlas para que pueda ir conociéndose un poco mejor la realidad de la mujer en culturas distintas a la nuestra y para que podamos enriquecernos con las aportaciones de otras culturas. En cuanto a la Associació d'Inmigrants Senegalesos, lleva ya seis años funcionando en Mallorca, y trabaja para que se conozca el colectivo senegalés y también para proteger su identidad. En Balears trabajan y viven alrederor de medio millar de senegaleses, si bien en temporada alta pueden llegar a los mil residentes. La venta ambulante es la actividad en la que trabaja un mayor número de senegaleses en nuestra Comunidad.

Gueye dividió su intervención en tres partes: la mujer senegalesa antes de la independencia; la mujer senegalesa desde 1960 a 1970, y la mujer senegalesa en estos últimos treinta años. «Hasta 1960, año de la independencia, la mujer jugó un papel muy importante, fue el pilar sobre el que se sustentaba la familia. Trabajaba en el campo y a la vez debía cuidar a todos los familiares.