Los continuos apagones que están sufriendo los ciudadanos de la
Isla ha provocado un aumento espectacular de la venta de grupos
electrógenos, según confirmaron diversos establecimientos
especializados a este diario.
Estos aparatos, motores de gasóleo o gasolina, dependiendo del
modelo, conectados a un alternador que producen electricidad, han
sido adquiridos, en su mayoría, por profesionales que no pueden
permitirse parar su actividad aunque exista un corte de fluido
eléctrico. Así, entre los compradores destacan sobre todo los
propietarios de bares y restaurantes que necesitan una alternativa
para que continuen funcionando el aire acondicionado, máquinas de
café y neveras entre otras. También se han acercado hasta las
tiendas del sector profesionales como dentistas, que no quieren
sufrir un corte de luz en medio de una operación, o peluqueros.
Un aparato pequeño, con capacidad para bombillas y algún
electrodoméstico, tiene 3.000 vatios y cuesta entre 60.000 y
125.000 pesetas mientras que uno mayor, hasta 8.000 vatios, cuesta
unas 260.000 pesetas. Estos aparatos domésticos tienen poco que ver
con los dos grandes grupos que existen en Son Dureta que, con un
precio cercano a los 15 millones cada uno, tienen 793 caballos,
generan 2.000 kilovoltios y tienen un depósito de 3.000 litros de
gasóleo. En lo que respecta a los dos grupos que están en Son Sant
Joan, con un precio de 150 millones cada uno en el año 1997,
producen 6.000 kilovatios. Estos grupos operativos, preparados para
comenzar a funcionar en 20 segundos a partir de que comience el
apagón, consumen cada uno 1.000 litros de gasóleo a la hora por lo
que, según sus estimaciones, consumen 18.000 litros por día.
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