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«Mede... mede... mede... Aquí embarcación siniestrada. Necesito ayuda urgente». Con estas palabras se inicia un mensaje de socorro que capta el Centro Regional de Palma, perteneciente a la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima, a la escucha las 24 horas del día.

El capitán marítimo José Escalas, acompañado por el jefe del centro, Miguel Félix Chicón, mostraron ayer el funcionamiento de las dos embarcaciones de rescate que tienen su base en la bahía de Palma, de las cuatro destinadas a Balears. Desde el remolcador de altura «Remolcanosa Ochenta» se pudo seguir la maniobra de desatraque de un petrolero con la eventualidad de una rotura de estacha, sin consecuencias. Al poco rato se sumó en mar abierto la embarcación rápida «Salvamar Castillo de Bellver», propulsada por water jets (para eliminar el peligro de las hélices en funcionamiento cerca de náufragos), quedando abarloada en un simulacro de abandono de buque tras virar a alta velocidad. Estas embarcaciones disponen de un tiempo de reacción de 15 a 60 minutos cuya actuación se combina si lo requieren las circunstancias, con el helicóptero «Helimer Mediterráneo» del SAR, con base en Valencia.

Durante los siete primeros meses del año ya se han producido 197 intervenciones, 81 de las cuales durante el mes de julio, debido al incremento de embarcaciones de recreo en activo, que acaparan más del 60 por ciento de las emergencias. De éstas, un 80 por ciento corresponde a incidentes (157), motivados en su mayoria a fallos mecánicos y estructurales y objetos a la deriva; un 16 por ciento a accidentes, como incendios, varadas, vías de agua, zozobra y hundimiento (32) y un 4 por ciento (8) a casos de contaminación. El centro que coordina las operaciones de salvamento marítimo de Palma, ubicado en la planta superior del edificio de la Capitanía Marítima, funciona desde julio de 1993. Su zona de responsabilidad abarca todo el archipiélago balear y se extiende alrededor del mismo en una extensión próxima a los 90.000 kilómetros cuadrados.