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La presidenta del Consell Insular, Maria Antònia Munar, definió la Diada de Mallorca como «de la consolidación» y «descentralización», ya que durante un día volverá a convertir a Sineu, centro geográfico de la isla y antigua capital del Reino de Mallorca, en un enclave privilegiado. La IV Diada de Mallorca 2000, que conmemora la cita histórica del 12 de septiembre de 1276, cuando Jaume II juró les Franqueses i Privilegis concedidos por su padre, el Rey Jaume I, será celebrada con diversos actos y actividades en Sineu y Palma, con un total de 16 puntos de encuentro y de fiesta.

En esta ocasión se han programado una serie de novedades con respecto a las ediciones anteriores. De esa manera, el Consell de Mallorca concederá las medallas de Honor y Gratitud a Mossen Bartomeu Mulet, al presidente-editor del Grupo Serra, Pere A. Serra, al ex ciclista Guillem Timoner y al político, abogado y escritor, Josep Meliá, éste último a título póstumo. Los galardones fueron creados con la finalidad de premiar méritos especiales y servicios extraordinarios a las Isla de Mallorca o al Consell de Mallorca.

Entre las actividades que se desarrollarán a partir de la próxima semana destacan obras de teatro, conferencias, cine en catalán, exposiciones, muestras, que se cerrará con la tradicional misa en honor de la Mare de Déu de Lluc, presidida por el obispo de Mallorca, Teodoro Ubeda. Este acto cuenta este año con dos novedades importantes: la primera es que cantará la Capella Mallorquina que dirige J. M. Moreno, y la segunda es que la Agrupación Aires Sollerics ofrecerá un baile en el transcurso de la misa. La celebración acabará con la tradicional ofrenda de flores por parte de las diferentes instituciones, ayuntamientos y entidades ciudadanas.

Munar reiteró ayer la «gran importancia» que tiene la Diada para los mallorquines y les animó a participar en los actos programados «para sentir orgullo de una historia, lengua y cultura comunes».