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«Existe entre las familias de Balears un confianza que podríamos calificar de 'baja' con respecto al futuro, lo que supondrá un descenso del consumo privado, que en el año 2001 podría situarse en el 5, ó incluso en el 4 por ciento», explicó el director del Gabinete de Estudios Sociales y Económicos de Sa Nostra, Miquel Alenyar.

La economía balear ha iniciado una fase de ralentización, dijo Alenyar, que presentó ayer el informe económico y social de Balears de 1999 en la sede de la entidad de ahorro.

Mientras en el ejercicio de 1999 el PIB balear se situó en el 7'1 por ciento, frente al 3'7 y el 2'2 por ciento de España y la Unión Europea, respectivamente, para este año «superará el 3'5, porcentaje similar al que podrá experimentar en el año 2001», indicó. De acuerdo a las previsiones de Alenyar, la fase de ralentización será más acusada en el sector de la construcción de las Islas debido a la cautela de las familias insulares propiciada por el aumento de los tipos de interés, el coste de las hipotecas y los precios de los productos energéticos.

Añadió que esa confianza «más baja» de las familias de Balears también coincide con el escepticismo reflejado por Eurostat en Alemania y el Reino Unido, principales mercados emisores de turismo para las Islas.

Hasta el pasado mes de octubre, la población germana presentaba unas expectativas de consumo negativas del 6 por ciento ante la evolución de la economía, es decir, «mantienen en suspenso cualquier decisión sobre consumo, incluido, por supuesto, la reserva de vacaciones», dijo Alenyar.