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Las toxiinfecciones alimentarias en lo que va de año en las Islas han registrado un importante descenso respecto a 1999 y años anteriores, hasta el punto que Balears cerrará el ejercicio de 2000, si no hay sorpresas en este casi un mes que resta, con la cifra más baja de la década. A los 21 brotes alimentarios de los diez primeros meses del año hay que sumar el que se ha contabilizado esta semana en un restaurante del Passeig Marítim de Palma y que ha afectado, en mayor y menor medida, a un total de 33 personas.

De enero a octubre se han contabilizado en las Islas 21 brotes alimentarios que han afectado a un total de 145 personas. Estos datos contrastan con los que tuvieron lugar durante todo el año pasado: 41 brotes y 835 afectados. En 1998 también se superó los cuarenta brotes. En 1997 hubo 22 toxiinfecciones alimentarias; 33, en 1996; 35, en 1995; 51, en 1994; 33, en 1993; 51, en 1992; 47, en 1991; 30, en 1990; 29, en 1989; y 45, en 1988.

De los 21 brotes alimentarios registrados este año en las Islas quince de ellos han sido colectivos y seis familiares. La mayoría de ellos se concentran en Mallorca (un total de 17 intoxicaciones alimentarias) mientras que Menorca y Eivissa-Formentera se reparten dos brotes cada una. La salmonella ha sido el principal causante de las toxiinfecciones alimentarias. El número de personas que han necesitado ser ingresadas en el hospital ha ascendido a 37.

Los médicos que tengan conocimiento de una intoxicación alimentaria (por atención de pacientes) así como los responsables del establecimiento en los que se haya dado tienen obligación de ponerlo en conocimiento de la Conselleria de Sanitat i Consum. Entre las actuaciones que lleva a cabo la conselleria cuando se produce una intoxicación alimentaria está el control de las medidas de higiene del establecimiento y encuestas tanto a los consumidores, afectados o no, como a los manipuladores de los alimentos.