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Las ejecutivas de Jueces para la Democracia y Unión Progresista de Fiscales, reunidas en Palma, acordaron ayer no recurrir la decisión del Gobierno de indultar al magistrado Javier Gómez de Liaño a pesar, señalaron, «de tener serias dudas», sobre su legalidad. Los portavoces de las asociaciones, Montserrat Comas y Adrián Salazar, hicieron pública una resolución conjunta en la que aseguran que, en su opinión, la medida de gracia del Ejecutivo central, que afecta a 1.442 personas, «es un indulto general encubierto», que se basa, señalaron, en «razones peregrinas que nada tienen que ver con la Justicia y equidad que establece la Ley».

Sin embargo, y a pesar de que el reingreso de Gómez de Liaño invade, según ellos, «las competencias del Consejo General del Poder Judicial», las dos asociaciones confían en la actuación del Tribunal Supremo «que es quien debe decidir cuál es la mejor forma de aplicar este indulto», aseguró Comas. Este «voto de confianza» en las estructuras jurídicas, sin embargo, no es definitivo ya que tanto Comas como Salazar dejaron abierta la posibilidad de que sus organizaciones recurran «las decisiones posteriores» del Supremo o del Poder Judicial si éstas «van en contra de las leyes».

La resolución conjunta sobre el polémico indulto asegura que la defensa de la separación de poderes, del principio de legalidad y de la Justicia, «nos impiden estar de acuerdo con que un juez condenado y separado de la carrera judicial vuelva a ejercer la función jurisdiccional». Los jueces y fiscales también han debatido, en estos días, la reforma de la Ley de Extranjería, reforma que, señalaron, «somete al emigrante que no ha conseguido el permiso de residencia a un tratamiento policial».