TW
0

La tradición mallorquina de consumir las típicas coques de Nadal no ha decaído ni mucho menos. Este hecho viene constatado por las pastelerías que elaboran este dulce, como es en este caso la sollericapastelería La Lareña, más conocida como Can Panxeta de Plaça, propiedad de Toni Marroig y Aina Pomar.

Visitando el obrador de esta casa, el maestro Toni Marroig recordaba los orígenes que dan nombre al establecimiento. «Mi abuelo puso este nombre recién llegado de la guerra de Cuba en memoria y gratitud de una familia de Lares que lo atendió después de resultar herido de consideración. Las generaciones siguientes, mi padre y yo, lo perpetuamos, y mi hijo, que a partir de enero de 2001 será el nuevo titular, pues yo me jubilo, no piensa cambiarlo».

Las cocas "indicó toni Marroig" tienen mucha demanda apenas «cae» La Inmaculada. Antes, la gente en Navidad las hacían en sus casas. Ahora, su elaboración está en decadencia por la comodidad que supone poderlas adquirir recién hechas. En nuestro obrador se elaboran según receta familiar, siempre según nos enseñó mi abuelo. Recuerdo que antes los particulares nos las llevaban para que las cociéramos y mi abuelo cobraba en aquella época 15 céntimos (6 décimas) por llauna».

Los ingredientes que intervienen en su elaboración son azúcar blanquilla, huevos enteros, manteca, aceite de oliva refinado, harina, semillas de anís, levadura de pan, canela y raspadura de limón. Esta Navidad se calcula una producción de unas 1.500 cocas y la demanda continúa.