Una federación de altos vuelos

Rafael Rodríguez y Francisco Grimalt, presidente y vicepresidente de la Federación, respectivamente, están muy satisfechos con los resultados obtenidos y con las ayudas recibidas para facilitar la participación de los criadores de las Islas en el Nacional: «Al principio las instituciones son reacias a ayudar, pero al cabo del tiempo ven que la cosa es seria y se unen en el aspecto económico y de representación».

La Federación Balear nació hace cuarenta años, aunque la primera participación de las Islas "organizando un Nacional" no tuvo lugar hasta 1974, «y ya es hora, ya toca celebrar uno otra vez», añaden Rafael y Francisco. «Ahora queremos organizarnos para ver si somos capaces de llevar pájaros a los campeonatos internacionales, aunque quedan muchas cosas por hacer. La gente se va animando al ver los resultados y va cambiando la mentalidad de que salir a competir perjudica a los criadores locales».

El aficionado a los pájaros "aunque pudiera parecer lo contrario" no es un «tipo raro» que pasa las horas a solas con sus aves, ni una persona ensimismada «dentro de su pajarera de cristal». Porque lo que al criador le gusta es compartir su hobby y sus conocimientos con otros criadores; participar en conscursos, fiestas y excursiones conjuntas; e implicar a la familia en sus actividades. Además, «la única recompensa económica a través de los pájaros depende del currículum, de la calidad de las aves que permite venderlas más caras. En realidad es un gasto, como ocurre con cualquier otra afición. Si sacas algún dinerillo haces algún regalito a la mujer para compensarla, o a los hijos... nada más».