Un aeropuerto, cualquier aeropuerto, es una especie de pequeño microcosmos en el que miles de personas se reencuentran, o se despiden, o se enfadan, o se aburren, o se pierden, en un breve lapso de tiempo. Por todo ello, es normal que de vez en cuando surjan incidencias más o menos importantes en el momento menos esperado.
En Son Sant Joan también suele ser así, con la ventaja de que, si algo falla, cuenta con un servicio de relaciones públicas pionero en toda España, las «Chaquetas Azules», creado en abril de 1998. «Su función es atender a cualquier persona que pase por las instalaciones del aeropuerto y necesite ayuda, con independencia de que vaya a volar o no», señala Cristina Passolas, responsable del Servicio de «Chaquetas Azules».
El equipo está formado en la actualidad por seis personas, Catalina Florit, Maria del Carme Garcia, Carlos Izquierdo, Genoveva Pitarch, Tomàs Morey e Isabel Gil. Otra integrante del grupo, Cristina Senger, está en la actualidad en excedencia. Todos ellos fueron recompensados días atrás con el Premio a la Excelencia que concede AENA. Tal como si se tratase de venerables sabios renacentistas, son todos ellos auténticos políglotas y hablan con fluidez, además de catalán y castellano, francés, inglés, alemán, italiano, sueco, ruso e incluso algo de árabe.
«Lo que la gente valora más de nuestro trabajo es el contacto personal, ver que alguien se preocupa por ella», señala Florit, y apostilla Garcia: «Lo mejor de esta labor es el reconocimiento y agradecimiento que se recibe de la gente».
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