El fuego tomó las calles de Palma. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL

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Las fiestas de Sant Sebastià no serían lo mismo sin su tradicional Correfoc, que año tras año inunda el Passeig des Born de luz y ritmo. En la noche de ayer, la repentina lluvia caída minutos antes del espectáculo hizo presagiar la anulación del mismo. Pero, afortunadamente, el tiempo pareció ponerse del lado de la fiesta y permitió que esta gran cita pirotécnica se llevase a cabo con total normalidad.

Quizás éste fue el motivo por el cual muchas personas no se atrevieron a desplazarse hasta este acontecimiento, por miedo al temporal. En comparación con años anteriores, la participación ciudadana fue escasa. Eso sí, los presentes respetaron las recomendaciones de seguridad y acudieron ataviados con prendas de abrigo de tejidos naturales y gorros, pasamontañas o pañuelos, que protegieron sus cabezas.

El dispositivo de seguridad, compuesto por miembros de la Policia Local y del Cuerpo de Bomberos, permitió que el Correfoc se desarrollara normalmente.
El Drac de Ceballot de Monturus del Vallés, el primero en salir, fue una de las actuaciones más seguidas por los más atrevidos, que se refugiaron bajo el fuego expulsado por su inmensa boca, al compás de los tambores.