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Aunque su imagen más popular llega al público a través de la prensa del corazón, que desde hace años sigue los avatares de su vida sentimental a la caza y captura de una instantánea de la auténtica futura reina de España, el Príncipe tiene también una vida privada y de trabajo, mucho menos conocida, que sólo trasciende al público con motivo de alguno de su viajes oficiales por España "donde recibe encendidos piropos del público femenino" o el extranjero.

Felipe de Borbón cumple hoy 33 años con las miras de muchos españoles puestas en su futuro sentimental y en la sucesión al trono mientras él intenta mantener alejada la presión que, por ejemplo, se intensificó con motivo de las bodas de sus hermanas. Aquellos fueron días, especialmente los del enlace de doña Elena, en los que fue interrogado en persona y en tertulias y artículos de opinión. «¿Para cuándo, usted, Alteza?», era la frase que flotaba en el ambiente, cuestión que sorteó con unas cuantas bromas y medias sonrisas pero que reapareció con la boda de Cristina e Iñaki. Aunque como único soltero de la Familia Real aún vive en la Zarzuela, pronto se trasladará a una residencia que se habilita en el complejo del palacio para aprovechar los servicios de seguridad y otros elementos del mismo, según fuentes de la Casa del Rey.

Asiduo de los veranos de Mallorca desde su infancia, cuando era un aprendiz de regatista de rubia melena, don Felipe intenta relajarse de sus obligaciones a pesar de que es aquí donde la prensa rosa le somete a un estrecho cerco. En la Isla aprovecha para practicar una de sus grandes aficiones, el mar, y disfrutar jornadas de asueto con amigos que conserva desde hace años. De Mallorca trasciende su imagen más cercana. Muchas mañanas le vemos llegar al Club Náutico con gafas de sol que esconden pocas horas de sueño y alguna salida nocturna con los colegas. Su futuro sentimental es una incógnita, especialmente ahora que una revista ha publicado unas fotos de la modelo Eva Sannun desfilando en traje de novia.