TW
0
M. A. RUIZ/J. RODRÍGUEZ El Govern inmovilizará el ganado de las fincas menorquinas que en, 1996, adquirieron reses procedentes de «s'Hort de Llucatx» (Es Mercadal), donde nació la vaca que la pasada semana dio positivo en el test de detección de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB). Con ello se dará cumplimiento a la normativa europea que obliga a inmovilizar todas las cabezas de ganado que hayan compartido alimentación, durante los primeros doce meses de vida, con la vaca sospechosa de haber contraído esta enfermedad. Fuentes de la conselleria de Agricultura indicaron ayer que se ha iniciado la investigación epidemiológica para determinar qué predios adquirieron estas reses cuando la explotación que regentaba el empresario Vicente Garau cesó en la actividad.

«S'Hort de Llucatx» contaba en aquel momento con 160 cabezas de vacuno, de las cuales alrededor 106 eran vacas, aclaró ayer Garau. «Cuando cerramos la finca en 1996 vendimos unas 60 vacas a tres o cuatro predios de la isla. El resto fue al matadero», aseguró, por lo que presumiblemente su carne se destinó al mercado de la alimentación. En este sentido las autoridades han garantizado que la entrada de esta carne en el mercado no ha supuesto ningún riesgo para los consumidores ya que fueron sacrificadas antes de los 12 meses, «y la enfermedad no se desarrolla hasta los 30 meses» y además se han llevado a cabo «estrictos» controles sanitarios.

Por otra parte, la conselleria de Agricultura confirmó ayer que entre el ganado inmovilizado en la finca «Santa Eulàlia de Dalt» (Es Mercadal) se encuentran las dos últimas crías "la más joven, nacida el pasado mes de enero" de la res sospechosa de haber contraído el mal de las vacas locas. Por el momento no se ampliarán las investigaciones sobre la descendencia de esta vaca, ya que la normativa dictada por la Unión Europea para prevenir la extensión de esta enfermedad tan sólo obliga a inmovilizar las crías nacidas en los dos últimos años.