Tolo Güell ante algunas de las monedas. Foto: T.AYUGA.

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Al cumplir los cincuenta años de afición al mundo numismático, el polifacético Tolo Güell ha querido mostrar una pequeña muestra de su inmensa colección en el Casal Balaguer. «La gente no se acuerda, pero durante veinte años, en el Bar Güell, hubo un mercadillo numismático que tenía lugar los sábados por la tarde. Fue allí donde empecé los contactos con numerosos expertos en monedas», asegura el presidente del Grup Güell, que tilda de «singular esta exposición por lo plural que es».

Este popular personaje conoce a la perfección cuáles son los objetivos que persiguen los coleccionista de monedas: «Normalmente siguen un tema en concreto, por ejemplo, los pennies ingleses. En esta exposición, las personas que la visiten podrán ver desde formas de moneda primitiva, a las acuñaciones que son privativas de Mallorca, monedas ibéricas o curiosidades de todo el mundo».

Tanto el coleccionista como la regidora de Cultura del Ajuntament, Carme Feliu, que estaba presente en la presentación de la colección, hicieron hincapié en la vertiente didáctica de esta muestra: «Me encantaría que los colegios pudieran conocer esta exposición justamente porque ahora estamos en una época muy señalada. Dentro de poco, la peseta dejará de existir para dar paso al euro. Es importante que los niños lo conozcan», explica Güell.

Aunque todos y cada uno de las monedas y objetos que se exhiben tienen su historia (desde las monedas cuchillo empleadas en China a las cruces utilizadas en la antigua Katanga), Güell se siente orgulloso de la colección de monedas mallorquinas que posee: «En 1808, 1821 y 1823, por diferentes motivos, se tuvieron que acuñar monedas en Mallorca empleando la plata de las Iglesias. La de 1808 es una acuñación octogonal, una auténtica rareza, aunque, como aquí no había Fábrica de Moneda, los acuñadores tuvieron que adaptarse a los medios de que disponían».

No son unos cientos los objetos que el público, desde mañana y hasta mediados de marzo, podrá observar en el Balaguer, sino entre cuatro y cinco mil... «una pequeña muestra de la colección que tiene Güell en casa», explicó Feliu.