Los autobuses de la Empresa Municipal de Transports (EMT) no
pudieron realizar los primeros servicios de la mañana debido a la
concentración de trabajadores "cuarenta según la empresa,
trescientos según los sindicatos" en la puerta de salida de las
cocheras de la EMT. En una jornada normal los primeros autobuses
salen de cocheras a las 05.30 horas, pero ayer no pudieron salir
hasta las 06.45 horas. «Unos pocos trabajadores han actuado de
forma coactiva y han distorsionado lo que es el servicio público,
perjudicando a los usuarios», indicó el teniente de alcalde de
Hisenda y presidente de la EMT, Pedro Àlvarez.
Por su parte, Tomás Blanco, delegado sindical del SATI, señaló
que se trataba de una protesta «por no permitirse que los
trabajadores de la EMT puedan aparcar sus vehículos privados en el
patio», indicó, para añadir: «Pedimos disculpas a los ciudadanos».
La decisión de no permitir que los coches aparquen en el interior
de las instalaciones se tomó tras el 23 de febrero pasado, día en
que aparecieron con una «mano negra» de pintura los 40 nuevos
autobuses que en aquel momento tenía la EMT. El acto de protesta de
ayer había sido aprobado días atrás, por unanimidad, por la
totalidad de representantes sindicales "CC OO, UGT, USO, SATI y un
independiente".
Por otro lado, ayer se reunieron la dirección de la EMT y el
comité de empresa para continuar con las negociaciones sobre el
próximo convenio colectivo. «En un ochenta y cinco por cien de los
temas estamos de acuerdo. Tan sólo hay discrepancia en dos
cuestiones, la relativa a los derechos por antigüedad y a la
compensación laboral por baja médica», indicó Àlvarez. Blanco, por
su parte, señaló que tampoco había acuerdo sobre el incremento
salarial. La empresa ofrece un aumento del 2% y el comité solicita
un 3%. La reunión de ayer finalizó sin que se hubiesen acercado
posiciones, por lo que se decidió convocar un nuevo encuentro a
inicios de la próxima semana.
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