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Vacaciones con olor a pintura
A dos días del inicio del Trofeo Princesa Sofía de Vela, salvo las informaciones oficiales, lo que se ha contado en rueda de prensa, no sé nada más de las vacaciones reales, lo cual es estimulante. ueno, sí. ¿Para qué voy a engañarles? Sé, por ejemplo, que siguen pintando el «Fortuna». A destajo, eh. Sin parar. Siete pintores metidos en mono blanco, inmaculado, con capucha blanca, también inmaculada, y mascarilla antigás, negra, que salen cada hora del hangar a tomar aire puro, pues allí dentro, entre que tienen la puerta medio cerrada "¿por qué?" y que, como digo, van a tope de trabajo, el calor y los gases que desprende la pintura seguro que convertirán aquel espacio en irrespirable. Naturalmente, en el supuesto de que el barco esté a punto para estas vacaciones, me temo que sus egregios ocupantes van a tener que aguantar, al menos los primeros días, cierto olor a pintura. Por lo demás, les diré que «Aifos» y «Sirius V» ya están en el mar; que el «Bribón» sigue sobre el muelle; y que los mecánicos no dejan de meter mano en los motores de la «Llamp» para ponerlos a punto. Y les diré también que, por si las moscas, la Policía Nacional de Subsuelo está revisando todas las conducciones subterráneas de los alrededores de Portopí. En cuanto a la Familia Real, sólo sé que el Príncipe debe estar el sábado en Luxemburgo. Por tanto, si viene será el domingo; que el Rey participa en el Princesa Sofía, junto con su hija la infanta Cristina, que vuelve a la competición tras haber dado a luz: y que de su otra hija, la infanta Elena no se sabe si vendrá a Palma. O al menos ayer no se sabía, lo que no significa que no vaya a venir.