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Josep Pons Bestard se declara abiertamente republicano. El pasado día 12 de abril cumplió 88 años, pero su memoria se mantiene fresquísima. Hablamos con él sobre todo aquello que aconteció en Palma el 14 de abril de 1931, cuando se proclamó la II República en Mallorca.

"¿Estaba la Plaça de Cort llena el 14 de abril del 31?
"Recuerdo perfectamente aquel día. Frente al Ajuntament había unas 600 personas. Ahora puede parecer que son pocas, pero en esa época eran multitud. Palma tenía muchos menos habitantes.

"¿Cómo transcurrió la jornada de la proclamación?
"De forma muy pacífica. Fue un día muy tranquilo. Creo que fue el periodista Miquel Àngel Colomar (luego ayudante del alcalde Emili Darder) quien puso la bandera tricolor.

"¿Qué tipo de gente había en la plaza?
"Intelectuales y estudiantes, en su mayoría. Las clases pudientes de Palma no estaban. Desde el primer día estuvieron conspirando, en secreto, contra el nuevo régimen político. Yo fui uno de los impulsores de la FUE (Fundación Universitaria Española) en Mallorca. Era una organización vertebrada desde Madrid por el mallorquín Josep Maria Sbert. Básicamente estaba integrada por estudiantes. En esa época el mundo de la enseñanza era, en gran parte, de ideales republicanos.

"¿También los profesores?
"También. El 90 por ciento de los catedráticos mallorquines eran republicanos. Recuerdo a López"Palop (matemáticas), Vicente Tejada (ciencias contables) o al gran Gabriel Alomar (literatura). Sin embargo, hay que decir que fueron gente demasiado idealista, y pagaron caro su poco pragmatismo político. De eso se aprovechó la derecha.

"¿De donde proceden sus ideales republicanos?
"Yo siempre he ido en contra de la monarquía, ya que ésta presupone unos privilegios especiales sobre las demás personas. No es un principio de igualdad. Y yo siempre he creído que todo el mundo debe tener las mismas oportunidades. Igualdad ante la ley para todos, sin excepción. Esa es mi premisa. Además, procedo de una familia de tradición republicana. Mi abuelo, Jaume Bestard, ya tuvo los mismos ideales durante la I República española. Estuvo exiliado tres veces por defenderlos. Fue un gran amigo de Pi i Margall.