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La salida de la procesión del Santo Entierro cobró gran protagonismo con la espectacular salida del trono de La Esperanza desde el templo de Sant Francesc.

En este recinto se ubicaron los pasos de las cofradías de Palma que esperaron, junto a sus cofrades, a que saliera el paso de La Esperanza entre fuertes aplausos del numeroso público allí congregado. Los capataces Jaume Clar y Mariano Rabasco se encargaron de dirigir al grupo de 28 costaleros que en medio de la plaza dieron un giro de 360 grados al monumental paso de 1.200 kilos, cosechando de nuevo una fuerte ovación, que se repitió al pasar éste frente al paso de La Salud y de Las Angustias, que saludaron meciéndose de frente.

Entre el público, un testimonio vivo de su obra, el escultor Jaume Mir y su esposa, la artista salmantina Amelia García, y también los duques de Lugo, la infanta Elena y Jaime de Marichalar, que se encontraban entre el numeroso público que salió a la calle para ver la procesión.

La ornamentación floral resultó, en general, elegante y sencilla. Mención aparte merece el paso de La Agonía, que lo engalanó en profusión, con líliums y capullos de rosa grana, como los colores de sus vestas. La cofradía nuestro padre Jesús Nazareno realizó una animosa entrada en la plaza con el grueso de todos los cofrades. De nuevo su paso lo escoltó la Guardia Civil, así como los Caballeros Legionarios lo hicieron con La dolorosa de Santa Cruz.