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Los tiempos han cambiado. Al menos en lo que al casarse respecta. Del negro y de las austeras ropas de vestir se ha pasado al blanco y los encajes; del «convit» a chocolate con ensaimadas, a grandes banquetes; de los modestos desplazamientos a Lluc, Palma o Sóller, a lunas de miel internacionales; del ajuar, a las listas de boda...

El ritual de casarse, la boda, no es lo que era hace cerca de un siglo. Así lo demuestra la exposición «Noces», que acoge este mes el Ajuntament de Alaró. Catalina Amengual, Maria Xemena, Margalida Simonet, Margalida Perelló y Carina Llufriu han actuado como comisarias de la muestra. «El trabajo nos ha servido para darnos cuenta que toda la parafernalia que rodea a las bodas es cosa de finales de la década de los 50, antes todo era mucho más fácil».

Sin embargo, la tarea de montar la exposición no ha sido para ellas nada sencilla. El primer paso fue realizar una encuesta entre aquellas personas del pueblo cuya boda se celebró durante las primeras décadas del siglo pasado, con el objetivo de recopilar información.

Así, consiguieron recoger un total de 49 fotografías de parejas recién casadas. La más antigua de 1912 y la más reciente de 1968. Muchas fotografías si se tiene en cuenta que antes retratarse suponía viajar a Palma, donde había fotógrafos. Además de todas estas muestras gráficas, la exposición «Noces» también aglutina vestidos de novia antiguos, ajuares, guantes, invitaciones y diversos complementos. «Se trata mostrar un poco cómo se celebraban las bodas de antaño», dicen las comisarias. La muestra también sirve para descubrir anécdotas como que el vestido de las novias no siempre ha sido blanco.