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El sector hotelero balear iniciará el martes la temporada alta de forma atípica, ya que «muchos establecimientos tendrán que cerrar y dar vacaciones a su personal por la falta de demanda», según confirmó ayer a este diario el vicepresidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Ignaci Esteve. Las previsiones apuntaban a que un millar de hoteles de las Islas iban a colocar en el mercado, a partir del martes 1 de mayo, fecha oficial de inicio del negocio turístico, más de 400.000 plazas. «Pero, desgraciadamente, no será así», señaló Esteve.

«Hay una desviación de entre el 25 y el 30% de las reservas con respecto al mismo período del pasado año, especialmente en el mercado alemán; esto es en realidad un auténtico desastre», precisó. Los hoteleros ironizan sobre las explicaciones al fenómeno otorgadas por el Govern, que admite «una leve bajada de la demanda» en estos momentos, aunque con la matización de que, a cambio, está subiendo el gasto turístico. «Pregunten ustedes a los comerciantes en las zonas turísticas, con excepción de la Platja de Palma, donde los grupos están salvando el negocio.

Las respuestas que escucharán les van a sorprender, porque todos, sin excepción, se quejan, y no son lamentaciones procedentes de los hoteleros», dijo el vicepresidente de la patronal. El sector de alojamiento balear considera que el fenómeno excede al propio debate de la ecotasa y sus repercuciones negativas en el mercado alemán, ya que el asunto pinta mal por «un cúmulo de circunstancias». «No es normal», dijo el directivo de la patronal, «que los hoteles inicien la temporada con apenas un 40% de ocupación». La caída es mayor entre los alemanes, ya que ingleses y escandinavos mantienen una elevada demanda, similar a la de años anteriores.