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Un grupo del Ajuntament de Palma, encabezados por Pedro Àlvarez, presidente de la EMT, realizó el pasado viernes un viaje relámpago a Santander para conocer la factoría de Evobus Ibérica, donde se lleva a cabo el montaje de la nueva flota de la EMT. Los visitantes, entre los que también se encontraba Biel Barceló, concejal del PSM, pudieron conocer todo el proceso de montaje de los nuevos autobuses palmesanos. La carrocería y el chasis de estos vehículos son importados desde Mannheim (Alemania), donde la empresa productora Daimler Chrysler lleva a cabo el tratamiento de la estructura y el baño catafórico, que consiste en un complejo proceso anticorrosivo.

Una vez en Sámano, la población santaderina donde está situada la factoría, los 362 empleados, que han recibido un proceso de formación al sistema alemán, trabajan en distintos puntos estratégicos de la cadena de montaje para conseguir el aspecto final de los nuevos autobuses. Cada vehículo tarda un total de 21 días en estar a punto. El ritmo de trabajo es de 1'6 vehículos al día. Por el momento, la EMT ya tiene en su poder 62 autobuses, que se ampliarán en 40 en el mes de mayo. De los antiguos autobuses sólo se conservarán unos 30; los demás se almacenarán en un solar rústico, pendientes de ser trasladados al Tercer Mundo.

Los responsables de la visita destacaron las avanzadas tecnologías que presentan estos vehículos. La instalación electrónica es muy compleja y avanzada, porque, ante cualquier incidente, el SAE (Sistema de Ayuda a la Explotación) es capaz de diagnosticar la avería en tiempo real. Esta nueva tecnología facilita el funcionamiento del vehículo y «mejora sobre todo el servicio al usuario», según puntualizó Pedro Àlvarez. En cuanto al diseño elegido, los directivos de la empresa Daimler Chrysler lo catalogaron de «el mejor, con diferencia, que hay en el mercado actual»