La Conselleria d'Obres Públiques, Transports i Habitatge negociará
con el Ministerio de Fomento la financiación de los accesos al
puerto a través del convenio de carreteras. El conseller Josep
Antoni Ferrer ha explicado a este diario que el proyecto de paso
subterráneo desde el Moll Vell hasta la Vía de Cintura y la mejora
de la intersección de Porto Pi "si finalmente es viable" podrían
incluirse en el apartado de inversiones que se prevén para la red
arterial de Palma.
La operación urbanística proyectada por el Ajuntament de Palma
con la rehabilitación de la fachada marítima ha provocado que la
Conselleria d'Obres Públiques y el Consistorio colaboren en la
elaboración de un estudio en profundidad sobre la red viaria de
Palma que prevé un replanteamiento de los accesos a la Vía de
Cintura, la reordenación del tráfico del Passeig Marítim y la
mejora de los accesos al puerto, entre otros aspectos.
En todo este debate, la Autoritat Portuària tiene mucho que
decir. Además del proyecto del Ajuntament, en este momento las
instalaciones portuarias se encuentran inmersas en un proceso de
reconversión. Para empezar, la Autoritat Portuària construye una
plataforma de 70.000 metros cuadrados en el dique del oeste para
trasladar a este punto los barcos de mercancía. Francesc Triay,
presidente de este organismo estatal, asegura que la puesta en
marcha de esta plataforma a finales de año va a producir «un
colapso» en la rotonda de Porto Pi, «especialmente a determinadas
horas de la mañana en que se produce la descarga».
A su juicio, la solución más viable es la construcción de un
enlace subterráneo desde la salida del dique del oeste hasta
prácticamente la Vía de Cintura, de tal manera que el tráfico
pesado quede canalizado directamente hacía la vía rápida. El
Departament de Carreteres de la Conselleria d'Obres Públiques, sin
embargo, tiene sus reservas sobre esta obra. Según Joan Cifre, jefe
de este área, los datos de tráfico, que prevén el paso de 150
camiones por hora, no justifica una obra de 600 millones de
pesetas. Aún así, el conseller Ferrer considera que se ha de
reestudiar este proyecto.
El paso siguiente al traslado de los buques de mercancía a Porto
Pi es la reconversión de los muelles comerciales en la terminal de
pasajeros, en un plazo de cuatro años. Autoritat Portuària calcula
un movimiento en el Moll Vell de 180.000 turismos de pasajeros por
año y 520.000 vehículos de carga anuales. «Los muelles necesitarán
una salida fluida a la red de comunicaciones principal de la Isla»,
indica Triay, quien puntualiza que el enlace del paseo de la
escollera con el final de la autovía ya está saturado. Tanto girar
a la izquierda cuando se viene de la autopista del aeropuerto como
salir con dirección a es Molinar representa serias dificultades a
determinadas horas.
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